como por ejemplo una erupción volcánica que no afecta al ser humano, es un fenómeno natural, y no una amenaza natural. Un fenómeno natural o Amenaza Natural, que ocurre en un área poblada es un evento peligroso. Un evento peligroso que cause fatalidades y/o serios daños más allá de la capacidad de la sociedad a responder, es un desastre natural. En áreas donde no hay intereses humanos, los fenómenos naturales no constituyen amenazas ni tampoco resultan en desastres. Esta definición difiere con la idea tradicional de que los desastres naturales son estragos inevitables causados por las fuerzas incontrolables de la naturaleza. Un desastre no es un proceso puramente natural, sino que es un evento natural que ocurre en lugares donde hay actividades humanas. Como ejemplos de fenómenos naturales que pueden convertirse en amenaza para una comunidad expuesta a su influencia se pueden mencionar la actividad volcánica, los terremotos, los tsunamis, los huracanes, el fenómeno de El Niño, entre otros. La mayoría de estos sucesos que caracterizan las amenazas naturales se producen de manera súbita o repentina, aunque en algunos casos su ocurrencia también puede ser lenta. Las amenazas de origen natural en muchas ocasiones se encuentran interrelacionadas unas con otras, es decir, que la ocurrencia de un fenómeno natural puede generar o desencadenar la ocurrencia de otros. Es así como la ocurrencia de sismos puede generar deslizamientos, los huracanes pueden generar inundaciones y las sequías pueden provocar el agotamiento de acuíferos. Según National Geographic, existen especialidades de las ciencias naturales, como la Meteorología, la Hidrología, la Oceanografía, la Sismología, la Geología, la Geotécnia, entre otras ciencias de la tierra, que estudian fenómenos que, en general, se reconocen como de origen natural
Las amenazas socionatuales.
Se puede mencionar: el cambio climático a
nivel global, ya que es el análisis de datos meteorológico y oceanologicos
correspondientes a zonas extensas. Son aquellas que se expresan a través de
fenómenos que parecen ser productos de la dinámica de la naturaleza, pero que
en su ocurrencia o en la agudización de sus efectos, interviene la acción
humana ENTONCES las
amenazas socio-naturales pueden definirse como la reacción de la naturaleza
frente a la acción humana perjudicial para los ecosistemas. Las expresiones más
comunes de las amenazas socio-naturales se encuentran en las inundaciones,
deslizamientos, hundimientos, sequías, erosión costera, incendios rurales y
agotamiento de acuíferos.
“Dar
indicios de estar inminente alguna cosa mala o desagradable: anunciarla,
presagiarla”. (Diccionario de la Real Academia Española 1992)
Amenazas Antrópicas.
Las amenazas antrópicas son en su origen
causadas por el ser humano o están relacionadas
con la tecnología. Las caracteriza la factibilidad de ocurrencia de sucesos
provocados intencionalmente o accidentalmente por el hombre o por el fallo en
la operación de un sistema que puede desencadenar en serie efectos
considerables. Como ejemplo de acciones que pueden generar este tipo de
amenazas se encuentra el terrorismo, las guerras, los accidentes industriales y
nucleares, el fallo de represas, las explosiones, los incendios, la
contaminación química y radiactiva, entre otros. Los lugares de gran
concentración de población e infraestructura en la actualidad presentan una
alta susceptibilidad a que se presenten este tipo de eventos, los cuales pueden
causar consecuencias desastrosas a todo nivel. Se trata de las amenazas directamente atribuibles a la acción humana
sobre los elementos de la naturaleza (aire, agua y tierra) y sobre la
población, que ponen en grave peligro la integridad física y la calidad de vida
de las comunidades. En general, la literatura especializada en la materia,
destaca dos tipos: las amenazas antrópicas de origen tecnológico y las
referidas a la guerra y violencia socia
Finalmente, la intervención humana reduce los efectos
mitigantes de los ecosistemas naturales. Al destruir los arrecifes de
coral se remueve la primera línea de defensa de las costas contra las
corrientes oceánicas y las olas ciclónicas; este es un claro ejemplo de cómo la
intervención humana disminuye la capacidad de un ecosistema de protegerse a sí
mismo. Un caso extremo de la intervención destructiva del ser humano en un
ecosistema es la desertificación, que por definición es un riesgo
"natural" causado por el ser humano.
"Los desastres son parte de
nuestras vidas y debemos aprender a convivir con ellos."
Referencia Bibliográfica.
Acosta,
V. G. (2005). Vulnerabilidad social, riesgo y desastres. Desacatos,
7 - 8.
Diccionario de la Real
Academia Española 1992
Herzer, H. M. (2011).
Construcción del Riesgo y Desastre. REDESMA, 51 - 60.
Lacambra, Carmen Liliana.
2003. Amenazas Naturales y Antrópicas en las zonas costeras colombianas.
Editos, INVEMAR
National Geographic Magazine
1997
Programa Nacional de
Gestión del Riesgo. Gestión del Riesgo
para Comités Territoriales de Prevención Mitigación SINAPRED
La acción humana a desatado más desastres que los fenómenos naturales propiamente dichos.
ResponderEliminarLa acción humana a desatado más desastres que los fenómenos naturales propiamente dichos.
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